La hipótesis de inestabilidad financiera
- Admin
- 2 mar 2016
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Hyman Minsky desarrolló un modelo económico que permite interpretar las crisis financieras en Estados Unidos, Inglaterra y otros países. Su explicación se basó en los cambios procíclicos de la oferta del crédito, que aumentan cuando la economía está en crecimiento y disminuyen cuando la economía entra en recesión.
El autor argumenta que los eventos que producen una crisis financiera comienzan con un shock positivo al sistema macroeconómico. Si el impulso es suficientemente grande, mejoran los rendimientos de distintos sectores de la economía y mejora la perspectiva de los empresarios sobre el futuro. En consecuencia, compañías e individuos tomaran deuda para obtener ventajas en el crecimiento de los dividendos esperados asociados a las inversiones financieras. A su vez, la tasa de crecimiento de la economía se acelera por el mayor optimismo de los agentes.
Este boom de inversión es ampliado, al mismo tiempo, por la expansión del crédito. Los bancos, al observar que pueden obtener mayores utilidades, aumentan la oferta de financiación a las empresas e individuos. En simultáneo, nuevos bancos pueden ser creados y, para aumentar su participación en el mercado, aumentan más rápidamente la tasa de crecimiento de los préstamos entregando créditos a aquellos agentes más riesgosos.
Para explicar la dinámica del modelo, Minsky asume un shock exógeno en la demanda efectiva de bienes y servicios. Luego de un tiempo, el aumento en la demanda agota la capacidad productiva, por lo cual, aumentan los precios del mercado y, a su vez, un mayor incremento en los beneficios de las empresas. El crecimiento de la rentabilidad atrae mayores inversiones y la creación de nuevas empresas. A la vez, existe un efecto multiplicador del ingreso que acelera la tasa de crecimiento del producto.
En este periodo se desarrolla un estado emocional que el autor llama "euforia". Durante este estadio, los inversores compran acciones para beneficiarse con las ganancias asociadas asociada a los incrementos del precio de estas. Este proceso es lo que Adam Smith llamó “sobretrading”, o sea, la especulación sobre el incremento futuro del precio de los activos debido a la sobreestimación de los retornos esperados de las empresas. La euforia lleva a un aumento del optimismo sobre el crecimiento de la economía y de los beneficios de las empresas lo que afecta positivamente a la producción.
Este proceso genera que empresas y familias, al ver que otras se enriquecen con la adquisición de acciones, comiencen a comprar. Al mismo tiempo, los bancos incrementan sus créditos a diferentes grupos económicos para no perder la porción del mercado. En este momento, surge la concepción que ganar dinero nunca pareció tan simple. Las ganancias de capital especulativo distancian el comportamiento racional por lo que Minsky describe como “manía” o “burbuja”. La palabra manía destaca el comportamiento irracional, mientras que el término burbuja subraya la desviación del precio de la acciono o el commodity que no puede ser explicado por los “fundamentales”. Este proceso no parece ser sustentable en el tiempo, por lo que una explosión parece inevitable.
Para explicar el motivo detonante de la crisis, el autor distingue entre tres tipos de estados financieros: Al primero lo llama estado financiero cubierto, es aquel en el cual la empresa puede pagar la amortización de la deuda y los intereses con los ingresos generados por la actividad. El segundo, el estado financiero especulativo, se da cuando la firma paga los intereses de la deuda con las ganancias pero debe refinanciarse para pagar los vencimientos provenientes de la amortización. Por último, una compañía se encuentra en un esquema ponzi cuando sus ingresos son insuficientes para pagar la amortización de la deuda y sus intereses, por lo que debe aumentar su deuda o bien vender bienes. El autor afirma que, cuando la economía se ralentiza, muchas firmas que tenían un estado financiero cubierto se trasladan a unos especulativo, mientras que los que se encontraban en el segundo estado pasarán a un esquema ponzi.
En un determinado momento, algunos poseedores de acciones se vuelven ansiosos sobre los rendimientos y deciden tomar ganancias, por lo que venden sus activos. Al no existir más compradores, el precio comienza a caer lo que produce un periodo de “estrés financiero”. Algunos inversores continúan reteniendo sus activos a pesar de la caída del precio porque creen que esta tendencia es temporaria.
Como el valor de las acciones continúa cayendo, mayor cantidad de inversores entienden que estos no retornaran a su precio anterior, por lo que prefieren vender acentuando el declive.
La señal que acelera la crisis es la quiebra de un banco debido a que muchas familias y empresas están incapacitadas de repagar sus deudas. En este momento se genera pánico en los inversores que deciden vender sus activos a precio de liquidación. Este proceso finaliza cuando, o bien la caída del valor de las acciones se detiene, o cuando el banco central convence a los inversores que va a estar asegurada la oferta de dinero y que el precio no va a caer mas.
* En ningún caso debe tomarse lo expresado aquí como asesoramiento o recomendación de inversión, simplemente comparto mi visión para reflexionar sobre el tema.
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