¿Está Argentina al borde de la quiebra nuevamente? [Parte 2 de 2]
- Admin
- 27 jul 2017
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Otros dos indicadores claves
¿Existe espacio para nuevas emisiones?
La respuesta a la pregunta
Columna escrita para Mercado en 5 Minutos - MB Inversiones
El sábado pasado estuvimos hablando de los dos primeros indicadores claves que hay que analizar para detectar la próxima quiebra de Argentina.
Por el momento, el horizonte parece despejado. Pero ésta es una sensación de corto plazo, en la medida en que el Estado siga gastando por encima de sus posibilidades y recurra al financiamiento externo para cerrar la brecha.
Sin embargo, las condiciones externas pueden cambiar y ese ahorro, dispuesto a financiarnos, desaparecer. O bien, el país puede volverse ciertamente más riesgoso y los inversores no querer prestarnos más a las
tasas vigentes.
Para detectar esto, te presento los últimos dos indicadores que debés mirar para hacer un análisis profesional del perfil crediticio del país.
3. Cociente intereses pagados y recursos tributarios
El ratio intereses pagados y los recursos tributarios explica la capacidad que tiene el sector público de recaudar los montos necesarios para pagar la renta anual de los bonos. Esta relación muestra que porcentaje de los impuestos deben ser destinados al pago de intereses.
En el caso de la deuda externa argentina, es el Gobierno Nacional quien mayor cantidad de vencimientos afronta, por lo que es lógico que los recursos para pagar los intereses provengan de sus arcas. Es por este motivo que el indicador nos es útil.
El siguiente gráfico exhibe la evolución del mencionado cociente:

Como se puede ver, previo al default del 2001, este índice se ubicaba en torno al 20%, lo que exhibe que el país utilizaba más del 20% de sus recursos tributarios para pagar los intereses de la deuda emitida.
Al finalizar el año 2016, nos encontramos en el mayor valor de este indicador desde la salida de la convertibilidad, en un nivel en torno al 9%.
Siempre que este nivel se mantenga cerca del 10%, estamos hablando de una relación razonable y que no hay riesgo de inversión en los bonos del país. Sin embargo, analizar este cociente en forma aislada no tiene mucho sentido, sobre todo para la deuda nominada en dólares.
Necesitamos no solo que los intereses de la deuda no representen una gran parte de la recaudación impositiva, sino también que haya dólares suficientes (y disponibles) para afrontar los pagos.
4. Vida promedio de la deuda
El último indicador que te voy a presentar para evaluar la capacidad de pago de un bono es su vida promedio.
Como sabés, no todas las obligaciones tienen la misma madurez, o sea, el plazo del tiempo que falta hasta su vencimiento.
En general, los países o empresas emiten distintos bonos con diferentes fechas de expiración, generando así que los desembolsos de capital estén mayormente distribuidos en el tiempo. En el caso de Argentina, existen bonos que vencen en el año 2018, 2019, 2020, 2024, 2026, 2032, 2037, 2038, 2042, 2046 y 2117.
No es lo mismo para un deudor que la mayor parte de su deuda prescriba en una fecha cercana o en un largo lapso de tiempo. Cuanto mejor distribuidos en el tiempo los vencimientos, más holgura y flexibilidad tiene el deudor.
El indicador de vida promedio, que representa el promedio de las fechas de finalización de los bonos ponderado por el monto que se debe pagar, resulta muy conveniente para evaluar cuantos años tiene el emisor para afrontar la media de su deuda.
En el siguiente gráfico se muestra cómo cambió la vida promedio de la deuda externa argentina desde inicio de la década.

Esta ha venido disminuyendo desde el año 2005, luego de la renegociación de los bonos en default. La causa principal fue que por mucho tiempo, el sector público no emitió nueva deuda externa, debido a que no estaban abiertos los mercados para el país.
En la medida que se siga haciendo una adecuada administración de las emisiones futuras, seguramente veremos un estiramiento del plazo promedio de la deuda.
En mi opinión, a pesar de las crecientes emisiones de deuda que evidenciamos en los dos últimos años, el país aún se encuentra en una zona de confort. Desde ya, no podemos soslayar la dinámica creciente de colocación de bonos hacia el futuro.
Si estás pensando en invertir en bonos, tené siempre en consideración estos cuatro indicadores que te presenté. Nunca está de más hacer un testo de los mismos con cierta frecuencia, de manera de evitar correr riesgos inesperados.
“Argentina es cada vez menos riesgoso” declaran algunos economistas. Por el momento, así parece. Sin embargo, la realidad puede cambiar en la ocasión menos pensada.
Hasta la próxima inversión,
Roni Peker Analista de MB Inversiones
ASPECTOS LEGALES
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